Vivimos en un mundo cada vez más complejo y acelerado, por lo que gobernar resulta una tarea difícil, pues anteriormente los gobiernos podían tardarse días y hasta semanas en atender una problemática, ya que la ciudadanía no contaba con información inmediata como sucede el día de hoy.
Hoy todos nosotros podemos ser reporteros, camarógrafos, defensores de derechos humanos y hasta influencers, si estamos en el lugar y hora adecuados para denunciar una situación en redes sociales y viralizarlo. Prácticamente nada pasa desapercibido.
Por eso la sociedad demanda respuestas rápidas y efectivas a sus gobiernos, sean del color que sean, para que resuelvan las distintas problemáticas que se presentan. Ahora bien, en el mundo actual los gobiernos son incapaces de responder a toda las demanda planteadas por sus ciudadanos, por lo que se verán obligados a decidir sobre qué problemas actuar y sobre cuáles no.
El doctor Aguilar Villanueva afirma que gobernar no es intervenir siempre y en todo lugar ni dar un formato gubernamental homogéneo a todo tratamiento de los problemas. Lo gubernamental es público, pero lo público trasciende lo gubernamental.
Una política pública puede ser una regulación (comercio informal, por ejemplo), una distribución de los diversos tipos de recursos (incentivos o subsidios, en efectivo o en especie, presentes o futuros, libres o condicionados), una intervención redistributiva directa o bien, dejar hacer a los ciudadanos.
El análisis y diseño de políticas públicas, justamente por su carácter público, abre todo un abanico de estrategias de acción corresponsable entre gobierno y sociedad, ya que:
Si todas y todos lo entendiéramos así, se podrían atender pequeños problemas para prevenir sucesos futuros que por no atenderse a tiempo pueden subir de tono y convertirse en problemas públicos de mayores dimensiones.
Puede ser el caso de la inseguridad, la violencia doméstica, suicidios, etc.
Con esto quiero decir que siempre existen señales de alerta, indicios o elementos que hablan de distintas problemáticas que no siempre captan los gobiernos pero la ciudadanía sí.
Por tanto, una intervención a tiempo puede evitarnos grandes dolores de cabeza.
Ello implica pensar en común y que, por ejemplo, las áreas de atención ciudadana o de emergencias (911), no descarten o minimicen esas señales de alerta que surgen de la propia sociedad, para no lamentar después que la intervención se hizo demasiado tarde.
El Diplomado en Políticas Públicas que oferta Posgrados Anáhuac Puebla, se enfoca en formar expertos en la construcción de las decisiones del Estado, capaces de manejar e interpretar datos que, a través de criterios técnicos y de una metodología adecuada, permitan identificar el cumplimiento de los propósitos de las acciones gubernamentales o su incumplimiento, para poder generar un diagnóstico de las causas que originaron las anomalías y, al mismo tiempo, proponer alternativas para su corrección y con ello la consecución de sus propósitos.
Mtro. César Marcelino León
Coordinador del Diplomado en Políticas Públicas, Universidad Anáhuac Puebla.