<img height="1" width="1" style="display:none"  src="https://www.facebook.com/tr?id=2298325010427576&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">

Desastres naturales, cambio climático y educación

01 de diciembre, 2023

La devastación causada por el huracán Otis en Acapulco ha lastimado profundamente la vida de miles de personas en Guerrero. En estos momentos la prioridad es la vida, la salud, la seguridad, la alimentación y el refugio; pero también es imperativo comenzar la reconstrucción que permita a las personas contar con elementos que mejoren su calidad de vida más allá de la emergencia. En este sentido, el trabajo y la educación son fundamentales.

En un contexto de desastres naturales y cambio climático, la educación es un elemento que recibe poca atención. Es entendible, pues en las crisis existen necesidades prioritarias; sin embargo, la educación como elemento sustancial de la calidad de vida de las personas, requiere no solamente atención para restablecerse, también debe significar el punto de partida para reflexionar en las causas que han derivado en desastres naturales cada vez más devastadores.

La UNESCO ha publicado este año un informe titulado, Cambio climático, desplazamiento y derecho a la educación, que ilustra lo que ocurre a nivel global. En principio la cifra es demoledora, en 2020, 30.7 millones de personas fueron desplazadas por desastres naturales a nivel global. 

De acuerdo con el informe, los desplazamientos y otros efectos del cambio climático contribuyen a exacerbar las inequidades existentes y las barreras a la educación. Es de destacar también que ninguna de las naciones estudiadas, de las cuales parte el informe, cuenta con una estrategia nacional para asegurar el derecho a la educación a las personas que sufren por desastres naturales y cambio climático. 

Al momento tampoco se conoce que México cuente con algún tipo de estrategia nacional al respecto, y lo sucedido en Acapulco es una muestra de la necesidad imperiosa de contar con ella. No podremos esperar únicamente la directriz de una persona, entidad u organismo educativo para desarrollar tal estrategia; necesitaremos del conocimiento, la inteligencia, el compromiso y la voluntad coordinada de los principales actores educativos. Este trabajo coordinado representa lo que en la Universidad Anáhuac Puebla conceptualizamos como liderazgo de acción positiva, esto es, la relación, el encuentro entre personas que deriva en la transformación de sí mismas, de los demás y del entorno, en busca del bien común.

En esta crisis, necesitamos líderes que además de atender la emergencia humanitaria, atiendan la emergencia educativa, porque la educación es la vía para acceder a una mejor calidad de vida en el largo plazo. Aquí se incluye la posibilidad de formarse como personas reflexivas, conscientes de los efectos del cambio climático, con capacidad de prevención y de convertirse en protagonistas de una nueva forma de vida que ponga a la naturaleza en el centro de las prioridades. La dignidad de la persona requiere además del alimento material, el espiritual y el intelectual; seamos protagonistas del liderazgo educativo que México requiere.

 

Foto Maribel 1

 

Dra. Maribel Castañeda

Coordinadora del doctorado en Liderazgo y Dirección de Instituciones Educativas