¿CÓMO PODEMOS INNOVAR EN LA EDUCACIÓN?
La innovación es el proceso de crear algo nuevo o tomar algo existente para mejorar una realidad o para resolver un problema. Puede ser un producto, un servicio, un proceso o una idea. La innovación puede ser incremental, radical o bien, disruptiva. Es decir, puede implicar pequeños cambios a lo largo del tiempo, cambios totales de concepto o bien, cambios que remueven la bases sobre las que se sienta la realidad. La innovación es importante en muchos ámbitos, ya que puede ayudar a las empresas a mantenerse competitivas, a los gobiernos a mejorar los servicios públicos y a las personas a resolver problemas de manera más eficiente y creativa. Es gracias a la innovación que la humanidad es la humanidad que conocemos hoy.
La innovación incremental se refiere a mejoras o cambios pequeños y continuos en un producto, proceso o servicio existente. Algunos ejemplos de innovación incremental pueden incluir: mejoras en el rendimiento de un producto como por ejemplo, aumentar la velocidad de una computadora o la eficiencia de un motor; cambios en el diseño de un producto como por ejemplo, modificar la forma de un teléfono móvil para hacerlo más ergonómico o añadir una nueva función a un electrodoméstico; mejoras en la calidad del servicio como por ejemplo, añadir nuevas opciones de atención al cliente o mejorar la rapidez y eficiencia de un servicio. En general, la innovación incremental busca mejorar gradualmente un producto o servicio existente en lugar de crear algo completamente nuevo. Y en la educación, la innovación incremental reside principalmente en el docente, ya que es el agente que puede introducir estos cambios en sus planeaciones didácticas y en el ejercicio de la práctica docente del día a día.
La innovación radical involucra cambios significativos y profundos en un producto, proceso o servicio existente o a la creación de algo completamente nuevo. Algunos ejemplos de innovación radical pueden ser: nuevos productos o servicios que revolucionan un mercado como la creación de una computadora portátil o una plataforma de mensajería en línea; nuevos sistemas de producción de ropa a partir de pedidos personalizados, nuevos modelos de negocio como las plataformas de alquiler de vivienda temporal en línea. En general, la innovación radical implica un cambio significativo en la forma en que se hacen las cosas y puede tener un impacto profundo en una industria o en la sociedad en general. En la educación, la innovación radical reside en directivos y autoridades en cuyas manos está la posibilidad de adoptar nuevos escenarios de aprendizaje como el Entorno Digital de Inmersión Tridimensional, EDIT, por clara alusión al metaverso didáctico.
La innovación disruptiva ocurre cuando se crea un nuevo producto o servicio que reemplaza a los existentes e introduce un nuevo paradigma, incluso una nueva cosmovisión. Como ejemplos de ésta en nuestra vida del siglo veintiuno, tenemos: las plataformas de streaming de música que reemplazaron a los discos físicos o reproductores digitales; las plataformas de viajes en línea que reemplazan a las agencias de viajes tradicionales; aplicaciones de dispositivos móviles para la compra de comestibles a domicilio que reemplazan a la compra en tiendas físicas. Así, la innovación disruptiva cambia conceptualmente la forma en que se hacen las cosas y puede tener un impacto significativo en una industria o en la sociedad. A menudo, las innovaciones disruptivas son creadas por empresas nuevas y pequeñas que entran en un mercado y ofrecen soluciones más simples, más baratas que los productos o servicios existentes, respondiendo así con mayor pertinencia. La educación disruptiva está por suceder y quienes están llamados a su introducción en la educción son los investigadores, los diseñadores educativos, los consultores y los analistas. La sociedad del siglo veintiuno pide a gritos transformaciones curriculares, pedagógicas, tecnológicas y sobre todo, vinculatorias que satisfagan los desafíos de la actual sociedad.
La Maestría en Educación de la Universidad Anáhuac Puebla, se actualiza en sus contenidos y se enfoca en su práctica, de acuerdo con los nuevos retos que ha traído la postpandemia. Las necesidades y expectativas de los estudiantes están cambiando rápidamente; y la innovación educativa puede ayudar a las instituciones educativas a adaptarse a estos cambios y a ofrecer una educación relevante, pertinente y significativa para sus estudiantes.
La educación es la única profesión que genera otras profesiones y hoy tenemos la oportunidad de formar profesionales a partir de una transformación basada en la innovación.
Dr. Luis Villafán
Coordinador de la Maestría en Educación