EL DESAFÍO SOCIAL DE LA PROFESIÓN EDUCATIVA
Me aterra pensar que aún existen formatos de clase del siglo veinte, en instalaciones del siglo diecinueve para estudiantes del siglo veintiuno. Entre las grandes virtudes que han sostenido a la educación se encuentran la pertinencia, la calidad, la vinculación y la actualización. Y podría agregar incluso a la innovación, esta última con fundamento en la Ley General de Educación vigente en México. Y la búsqueda de estas virtudes en escuelas y universidades, es el mayor desafío que enfrentamos quienes nos dedicamos a la educación ya sea en la docencia, en la dirección o en la educación especial. Hoy, más que una época de cambios, vivimos un momento de transformación. Y es nuestro deber ético responder con las virtudes mencionadas a las necesidades y aspiraciones de la sociedad actual.
En la Universidad Anáhuac Puebla estamos comprometidos con un liderazgo de acción positiva. Creemos en el impacto transformador que emana de un egresado de nuestra Maestría en Educación. Este impacto le permite construir paso a paso un liderazgo que se percibe en la sociedad y que hace de nuestros egresados personas con formación integral y con responsabilidad social, a partir de una visión humanista. Este concepto medular hace referencia a un diseño educativo que empodera al estudiante y que le permite desarrollar sus capacidades y potencialidades en cinco dimensiones de su persona: intelectual, humana, profesional, social y espiritual.
Me alegra pensar que en mi universidad nos ocupamos del desafío que viven hoy los estudiantes, tanto del nivel licenciatura como del nivel maestría. Es gratificante saber que ejercemos una educación que representa una apuesta para el presente y el futuro de una Sociedad del Conocimiento que vive hoy en plena era de la Globalización. Es el mismo espíritu de visión formadora para personas cosmopolitas que describió Kant en su obra pedagógica durante la era de la Ilustración alemana. Es también el espíritu filosófico de bondad humana que nos legó Rousseau en la misma época, en la Ilustración francesa. Con estos fundamentos, entre otros muchos más, percibo una educación contextualizada en el presente, enriquecida con la ciencia acumulada del pasado y con una visión clara y pertinente del futuro. De esta manera respondemos al desafío social del siglo veintiuno con innovación.
La Universidad Anáhuac Puebla ofrece la Maestría en Educación como un posgrado de profesionalización con líneas de investigación que fomentan la productividad científica. La modalidad híbrida permite al estudiante asistir de manera presencial o virtual y con ello eliminar las barreras de la distancia. Su plan de estudios ha sido diseñado para brindar una especialidad y el grado de maestría durante el mismo tiempo de estudios. ¡Dos posgrados en uno! La flexibilidad curricular también es su característica, toda vez que el estudiante elige entre tres opciones la especialidad que más se relaciona con su perfil profesional.
Finalmente, y no menos importante, la universidad maneja un programa de becas que surge del mismo compromiso social de la institución por formar líderes de acción positiva que en el caso de la Maestría en Educación, son líderes formadores de líderes. Loable y apasionada misión.
Coordinador de la Maestría en Educación
Universidad Anáhuac Puebla