Este último trimestre del año ha sido muy interesante, retador y lleno de reflexiones. Primero desde un lugar frente al aula como docente que busca con cada clase mostrar lo maravilloso que es trabajar con personas en las organizaciones y la responsabilidad que conlleva, pero que está en duda si ha podido transmitir todo el conocimiento, las emociones y la realidad organizacional a los futuros líderes de las mismas.
También desde la silla de consultora para distintas organizaciones, en donde trabajo diariamente con dueños y directores de organizaciones que velan por la rentabilidad de sus empresas, muchos de ellos genuinamente quieren que sus centros de trabajo sean un mejor lugar para trabajar para las personas y a una gran mayoría de ellos, les preocupa el cambio en el mercado laboral y su repercusión. También he podido trabajar directamente con las personas que trabajan en las áreas de Recursos Humanos, un trabajo que en lo personal y profesional amo, incluso desde antes de egresar de la licenciatura y que por lo mismo, puedo sentir empatía y hablar un mismo idioma, compartir puntos de vista, preocupaciones, anécdotas y emociones. Muchas de mis acciones, de mi día a día como consultora, también están en la operación misma: al interior de la planta, en el piso de ventas, en las oficinas, salas de capacitación y salas de juntas, con los colaboradores de todos los puestos y de todos los niveles organizacionales.
Lo anterior, me ha permitido darme cuenta de un tema central, a mi parecer crítico por las causas y efectos que puede tener: cada una de estas tres aristas en muchas ocasiones está mirando hacia un punto distinto, aunque todos estén compartiendo el mismo espacio físico, tiempo y realidad. Un estudio anual de la firma Mercer, sobre las tendencias mundiales del talento, revela cuáles son las principales preocupaciones de la alta dirección: rentabilidad, inteligencia artificial, seguridad y costos. Para Recursos Humanos, los principales objetivos son: El desarrollo de competencias de gestión o soft skills, tendencias del mercado laboral y el cumplimiento ante reformas y cambios en la operación derivado de lineamientos gubernamentales. Ante esto, surge la pregunta ¿Qué les preocupa a los colaboradores y futuros colaboradores? Para muchos, el balance entre lo personal y lo profesional es primordial, la salud tanto física como mental ha cobrado relevancia, modalidades flexibles de trabajo, desarrollo profesional (no ligado únicamente a ascensos) y una remuneración que les permita tener cierta solvencia económica.
La importancia de que cada uno de los actores pueda ver, conocer, comprender y ponerse de acuerdo será un diferenciador importante, entre aquellas organizaciones que logren que sus miembros miren hacia la misma dirección y las que gasten energía y talento tratando de convencerse entre sí sobre cuál visión es la correcta. La negociación, comunicación, liderazgo, visión y empatía, son competencias que permiten tejer acuerdos.
Ya sea en el rol de dirección, de RRHH, de colaborador o de consultor; a través del conocimiento, la experiencia, el aprendizaje, la colaboración y networking, podemos proponer estrategias para llegar a dicho objetivo, teniendo argumentos sólidos y metodología. La maestría en Dirección Estratégica del Talento Humano de la Universidad Anáhuac Puebla, tiene un programa que está enfocado y alineado para resolver las problemáticas actuales del tema desde un enfoque estratégico, actualizado bajo estándares internacionales de certificación como HRCI tanto en teoría, técnica y práctica. Ofrece un espacio propicio para el networking e intercambio de ideas con expertos en el tema, con una modalidad flexible acorde a nuestra realidad organizacional actual.
El mundo laboral y organizacional cambia constantemente, ser parte de la evolución es nuestra responsabilidad como profesionales que no solo trabajan con las organizaciones y sus estructuras, sino con las personas y su talento que lo hacen posible. Regresando al punto inicial con el cuál comencé esta narración: El compartir nuestro conocimiento y experiencia con las personas que en un futuro se dedicarán a lo que nosotros hacemos, es una forma de trascender, no importa el escenario: un aula, empresa o un auditorio.
Mtra. Gabriela Lizbeth Mora Díaz
Consultora Organizacional en Mora Díaz Talento y Desarrollo, Docente de la Escuela de Psicología de la Universidad Anáhuac Puebla. Certificada por HRCI como Professional Human Resources International PHRi. Consultora Master por la Red Internacional de Consultores y miembro de la International Coaching and Speaker Federation.