¿Por qué los psicólogos estamos en constante formación?
22 de julio, 2022
Los profesionales de la salud mental nos enfrentamos constantemente a retos. Uno de ellos es la individualidad y autenticidad de cada persona, ya que las estrategias que funcionan para un consultante, podrían no funcionar con otro, es por esto que cuando un consultante llega a psicoterapia, la labor del terapeuta es conocerlo lo mejor posible y así, llevar a cabo un acompañamiento a la medida de sus necesidades.
Un psicoterapeuta, debe mostrar pericia para evaluar las situaciones y acciones del consultante que mantienen la problemática que presenta, sin embargo, es importante saber que estas situaciones pueden generarse a partir de la patología que presenta, o bien, por falta de habilidad para solucionar un problema.
Sin duda el profesional debe tener conocimiento y claridad sobre psicopatologías, cuándo diagnosticarlas y cómo intervenir; dado que en casos particulares es probable que las características de personalidad del paciente, sean las que pueden generalizar una problemática particular a todas las áreas de su vida.
Por otro lado, en mi experiencia clínica con terapias contextuales, también conocidas como terapias de tercera generación, he aprendido que no todos los pacientes necesariamente tienen una patología con la que trabajar. De hecho, en la gran mayoría de los casos, son pacientes que carecen de habilidades para resolver alguna situación. Estas habilidades pueden ser: manejo emocional, comunicación asertiva, empatía, habilidades de relaciones interpersonales, etc. Debido a esto, es importante que el terapeuta tome su tiempo para conocer el contexto del consultante y evalúe en qué situaciones aparece la problemática y en cuáles no, para entender la diferencia entre estas.
Asimismo, en mi experiencia clínica he comprendido la importancia de guiar al consultante a comprometerse con acciones que lo llevarán a crear una vida valiosa y gratificante, aceptando radicalmente que habrá situaciones que no pueda cambiar, y comprender que a pesar de que hay emociones que no nos agrada experimentar, estas son parte de la vida y hay que experimentarlas sabiendo que no son permanentes y que probablemente son parte del camino a esta vida valiosa que todos buscamos.
Estudiar la Maestría en Psicología Clínica en la Universidad Anáhuac de Puebla, me ha permitido tener las herramientas necesarias para un encuentro personalizante con mis pacientes, conocer el área científica de la psicología, y sobre todo, no perder de vista la importancia de la ética en mi práctica.
Además, estudiar una maestría profesionalizante, me permitió comenzar a consultar de manera supervisada, por lo que, de la mano de expertos en psicoterapia, tuve la oportunidad de perfeccionar mi práctica y elaborar estrategias cada vez más eficaces.
Es por esto y muchas razones más, que considero que los psicólogos no debemos dejar nuestra formación a un lado, la actualización es importante, especialmente en las situaciones actuales tan diversas por las que estamos pasando como sociedad, familias y personas.
Mtra. Carolina Herrera Córdova
Maestría en Psicología Clínica, terapeuta de la Clínica de Psicología de la Universidad Anáhuac Puebla. También trabaja en consulta privada con terapias contextuales.