30 de noviembre, 2020
A lo largo de los últimos meses la transición de numerosas actividades de la presencialidad a los entornos virtuales ha reconfigurado las interacciones sociales. En este sentido, gran parte de los intercambios de los mensajes se encuentran filtrados por el uso de las plataformas y nuestra inserción en comunidades digitales.
El desafío comunicacional en una sociedad permeada por la revolución digital requiere habilidades de adaptación a los cambios y desafíos comunicacionales. Estos cambios no son solo tecnológicos, sino que implican transformaciones en los esquemas de relación con los otros. Desde las Relaciones Públicas se ha indagado de manera amplia sobre la importancia de entablar relaciones 4.0 adecuadas con agentes externos a la organización, pero también es necesario pensar las transformaciones digitales de manera interna.
En este contexto, cobra relevancia la Netiquette o la Netiqueta, entendida como un conjunto de normas de comportamiento que tienen lugar en internet, estas funcionan como una guía para lograr comunicaciones más fluidas, seguras y amables con otros usuarios. Es importante mencionar que estos códigos no afectan la forma de ser de los usuarios en la red, sino que sirven para indicar cuál es el comportamiento más adecuado que garantice que las relaciones se den de manera más empática y humana.
En primera instancia, es importante mencionar que para el comportamiento en línea se deben de emplear los criterios de comportamiento del mundo offline. Lo anterior en virtud de que el primer parámetro de decisión es pensar si esa acción o forma de emitir un mensaje online sería un comportamiento habitual que llevaríamos a cabo si estuviéramos cara cara con un colaborador.
Un segundo elemento tiene que ver con compartir el conocimiento, con frecuencia nos encontramos en juntas de trabajo o clases en línea donde alguno de los miembros tiene problemas de acceso o de manejo de las diversas plataformas. Es parte de la generación de redes colaborativas el transmitir de manera generosa el conocimiento o las habilidades adquiridas en cuanto al manejo de herramientas virtuales en el ámbito laboral.
Ser conscientes de los recursos y el tiempo del otro es fundamental en las nuevas modalidades de trabajo. Ser breve y conciso en la forma en la que se abordan los mensajes permite desahogar el trabajo y una mejor distribución del tiempo, previniendo el agotamiento por extensas jornadas frente a la computadora y la confusión en las instrucciones de las distintas actividades.
Ser respetuosos de la identidad digital de los otros es un elemento fundamental de la Netiqueta, esto tiene que ver con el respeto a la privacidad y a los datos de las personas con quienes interactuamos, donde cada uno de nosotros tiene una imagen que es proyectada en los virtual y que no debe ser vulnerada, ni compartida de manera arbitraria.
También es necesario estar seguros de realizar un registro e identificación en todas las comunidades virtuales a las que pertenecemos, haciendo uso las fórmulas de cortesía en comunicación organizacional, para que sea fluida, actual y adecuada.
En conclusión, la situación actual obliga más que nunca a pensar en el otro, en la diversidad de condiciones que hay detrás de la pantalla. Si bien existen importantes esfuerzos para el fortalecimiento de la comunicación hacia los públicos externos en una organización, también es necesario el fortalecimiento interno con la generación de espacios de colaboración. Es en este sentido, la Maestría en Relaciones Públicas y Publicidad de la Universidad Anáhuac engloba distintas asignaturas que contribuyen a la generación de conocimientos y habilidades que contribuyen a la consolidación de los distintos procesos comunicativos.
Mtra. María Carolina Restrepo Gómez
Candidata a Doctora en Ciencias de Gobierno y Política, Maestra en Opinión Pública y Marketing Político y Licenciada en Administración de Negocios Internacionales.
Docente en la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac Puebla.
