Si algo nos recuerda el día de San Valentín es que el amor mueve al mundo y que, aunque no siempre sea fácil, la unión nos hace más fuertes. Por ejemplo, el éxito en la creatividad, lejos de ser producto del talento individual, es fruto de la colaboración y el trabajo en equipo.
Por ello, no es ninguna sorpresa que en la historia del diseño, motivado por la innovación continua, el amor también haya unido a visionarios y visionarias con una impresionante fuerza creativa.
Con el día de San Valentín a la vuelta de la esquina, en la Universidad Anáhuac Puebla, queremos recordar cómo estas tres parejas famosas cambiaron el mundo del diseño y la arquitectura. Sigue leyendo y descubre de lo que es capaz la pasión por un sueño en común.
Versatilidad y elegancia
Corría el año de 1940 y el mundo del diseño industrial estaba cambiando radicalmente. Atrás quedaban los diseños cargados de adornos y los accesorios, pues en Estados Unidos estaba a punto de estallar una gran revolución. Sus pioneros fueron la pareja conformada por Charles y Ray Eames.
El estilo que caracterizaba el trabajo de los Eames logró capturar el espíritu funcional y práctico de la época que buscaba satisfacer las necesidades de millones de personas. Su sinergia, sin embargo, les permitió ir más allá de las convenciones y renovar el diseño industrial e inmobiliario, al grado de que, hoy en día, la “apariencia Eames” es reconocida por su forma moderna y sofisticada.
Pero, ¿cómo es que lo lograron? La pareja siempre buscó optimizar el diseño industrial con nuevos materiales sin que por ello perdiera elegancia. El uso de materiales como la madera contrachapada y la fibra de vidrio fueron solo algunas de sus contribuciones más importantes a la industria.
El verdadero testimonio de la versatilidad de la pareja fue su incursión en otras ramas creativas, como el diseño gráfico, la fotografía y el cine. Juntos produjeron más de 125 cortometrajes en los que destacaba la experimentación con la forma y que también sirvieron como medios educativos para estudiantes y futuros diseñadores.
Su pasión conjunta por “hacer más con menos para muchos” hacen de su trabajo perfecto para revisitar este día de San Valentín. Al final del día, y en palabras de un famoso crítico de diseño gráfico, los Eames “solo querían hacer del mundo un mejor lugar para vivir”.
Un vistazo al futuro
Un genio no es nadie sin la capacidad para difundir su talento. Tal es el caso del arquitecto y diseñador industrial Eero Saarinen, cuya esposa, Aline Bernstein, jugó un papel crucial en su reconocimiento y éxito.
A principios de los cincuenta, Eero Saarinen ya contaba con una sólida firma de arquitectura, pero fue un artículo que Aline escribió sobre algunos de sus edificios lo que realmente puso a Saarinen en el mapa.
Por medio de sus habilidades excepcionales de comunicación y una larga trayectoria periodística, Aline logró darle forma a la imagen de Eero y convertirlo en un verdadero ícono.
Así, Saarinen comenzó a diseñar y construir edificios para las universidades más importantes de Estados Unidos, como Harvard y el MIT. Con cada proyecto, su visión se ajustaba a las necesidades individuales de cada cliente y espacio.
Los Saarinen, convencidos del potencial de un diseño industrial para los tiempos cambiantes, fueron el cerebro detrás de la icónica silla Tulip, esencial para el estilo “retro”. Sin duda, la pareja es la prueba de que mirar al futuro es mejor cuando lo hacemos desde el corazón.
Hacer de lo viejo algo nuevo
A veces, innovar se trata de revitalizar lo que ya existe y llevarlo a sus límites. Para la diseñadora industrial, Anna Ferrieri y su esposo, el químico Giulio Castelli, esta fue la base de todos sus proyectos y del éxito de Knoll, la compañía de diseño mobiliario que fundarían en 1949.
La clave del éxito de esta pareja fue que supieron aprovechar su conocimiento y habilidades expertas en conjunto para crear algo completamente nuevo. En su época, el uso del plástico no era común, pues era áspero, y no era muy duradero ni atractivo para los fabricantes de muebles. Fue a través de años de experimentación que Giulio obtuvo una nueva fórmula de plástico, esta vez más resistente y apropiada para la fabricación de todo tipo de muebles.
Por su parte, Anna se dedicó a definir el estilo de diseño de Knoll con base en tres principios: la funcionalidad, el minimalismo y la belleza. Mediante colores vibrantes y una imagen sofisticada, la compañía de los Castelli-Ferrieri dominó la escena del diseño industrial italiano por muchas décadas más.
El legado de esta singular pareja es tal que Knoll sigue a la vanguardia actualmente con la producción de mobiliario con medios ecológicos y la reedición de diseños con bioplásticos.
Diseña el futuro que quieres vivir
La creatividad, como ya vimos, está llena de historias de amor y superación. Aunque distintas, todas estas parejas de diseñadores famosos tuvieron un sueño y un objetivo en común: dejar huella en el mundo del diseño y hacer del planeta un mejor lugar.
Con el mismo espíritu, este día de San Valentín, te invitamos a que conozcas las carreras del área de Arte y Arquitectura en la Universidad Anáhuac Puebla. Nuestra oferta educativa se basa en brindar una educación de alta calidad que no solo destaque por su excelencia académica, sino también por su formación integral humanista.
Este 14 de febrero, enamórate de tu futura carrera en Anáhuac Puebla.