El desafío de la inclusión de las personas con discapacidad en México
07 de abril, 2021
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) presenta en enero de este año, los resultados del Censo de Población en México, en el cual se especifica que existen 20,838,108 personas con discapacidad, con limitación en la actividad cotidiana o con alguna condición mental, una cifra que representa el 16.5% de la población total en México, esta cantidad se desglosa de la siguiente manera: 6,179,890 (4.9%) se identifican como personas con discapacidad, por otro lado 1,590,583 (1.3%) se considera a la población que presenta alguna condición mental y por último 13,934,448 (11.1%) son personas que tienen una limitación para realizar actividades de la vida diaria (caminar, ver, oír, autocuidado, hablar o comunicarse, recordar o concentrarse).
Ante esta situación los cuestionamientos que surgen son, si estamos preparados como personas y como sociedad ante estos retos, somos conscientes de que esto nos conlleva a muchos cambios en nuestra vida, estamos preparados para enfrentar y asumir que en los próximos años habrá más adultos mayores que pueden presentar alguna de estas condiciones de vida, los entornos en dónde nos desarrollamos son lo suficientemente accesibles para hacer posible la plena inclusión de las personas con discapacidad.
La inclusión no es solo un cambio de concepto, es un cambio de paradigma y sobre todo un cambio de actitud, según Parrilla (2002) la inclusión significa participar en la comunidad de todos, en términos que garanticen y respeten el derecho, no solo a estar o permanecer, sino a participar de manera activa política y civilmente en la sociedad, en el aprendizaje, en la comunidad educativa. La inclusión y la participación son esenciales para la dignidad humana, para el ejercicio y el disfrute de los derechos humanos, lo cual nos conlleva a ser más empáticos, a crear propuestas innovadoras y creativas que puedan promoverlo.
El contexto actual ante la Pandemia de las personas con discapacidad no ha sido favorable ya que aumenta la vulnerabilidad a la que se enfrentan, recientemente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe presenta el Informe Personas con discapacidad y sus derechos frente a la pandemia de COVID-19: que nadie se quede atrás, en donde textualmente refiere: “Se refuerza el mensaje internacional para que todas las acciones que atañen a las personas con discapacidad se lleven a cabo desde el enfoque de los derechos, a fin de asegurar que nadie se quede atrás, ni tampoco fuera de las estrategias de mediano y largo plazo pospandemia”.
Formarnos en inclusión independientemente de la profesión, debe ser un tema de trascendencia. La Universidad Anáhuac Puebla, preocupada por brindar una formación de calidad, responde a este reto, para lo cual ofrece el Diplomado en Educación Inclusiva: Tutoría y Juego, de manera de que los participantes adquieran las competencias, para generar propuestas que promuevan la equidad y convertirse en líderes que impacten de manera positiva su contexto social y laboral, sin olvidar que el primer cambio también debe ser personal
Referencias
Parrilla, Á. (2002). Acerca del origen y sentido de la educación inclusiva. Revista de Educación, 327, 11-29
INEGI. (2020). Discapacidad. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/temas/discapacidad/#Informacion_general.
CEPAL. (2021). Personas con discapacidad y sus derechos frente a la pandemia de COVID-19: que nadie se quede atrás. Recuperado de: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46600/1/S2000791_es.pdf
Mtra. Caridad Fernanda Estenoz Carrasco
Lic. Terapista en Comunicación Humana, Maestría en Pedagogía, Especialista en el Diseño y Prácticas Incluyentes para Personas con Discapacidad y Maestría en Inclusión de Personas con Discapacidad. Catedrática en Universidad Anáhuac Puebla.
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